Un deseo del Dépor que dificulta la llamada de Primera

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Hay nombres que irrumpen en el mercado como una ráfaga de viento frío en pleno invierno. No hacen ruido durante meses, pero cuando aparecen lo cambian todo. Adrià Altimira es uno de ellos. El lateral derecho del Villarreal, con apenas un partido disputado este curso, se ha convertido en un objetivo prioritario para el RC Deportivo de La Coruña, que sueña con sumar talento de primer nivel para reforzar su proyecto en LaLiga Hypermotion. Pero el camino no será sencillo: el Real Oviedo, equipo de Primera División, también ha entrado en la puja tras la lesión de Nacho Vidal, según ha informado el periodista Ángel García.

Y cuando llama la élite, el tablero se inclina.

Un perfil que encaja en el Dépor y en Riazor

El interés del Deportivo no es casual. Altimira representa justo lo que el club coruñés busca para su regreso al fútbol profesional: juventud, proyección, rigor táctico y capacidad para competir desde el primer día. Un lateral moderno, fiable atrás y con criterio para sumarse al ataque, formado en una estructura exigente como la del Villarreal.

Para el Dépor, su llegada supondría un salto cualitativo inmediato. Un refuerzo de esos que no solo mejoran la plantilla, sino que elevan el nivel competitivo del vestuario. En una categoría tan larga y desgastante como LaLiga Hypermotion, contar con un lateral derecho de garantías puede marcar la diferencia entre aspirar… o simplemente resistir.

Sin minutos, pero con cartel

La paradoja de Altimira es tan clara como cruel: tiene mercado, pero no protagonismo. Esta temporada apenas ha disputado un partido oficial con el Villarreal, un dato que refleja la dura competencia en un club acostumbrado a exprimir cada posición al máximo nivel. No es una cuestión de talento, sino de contexto.

El Dépor pretende reforzarse en este mercado

Y ahí es donde entra el mercado invernal como tabla de salvación. El futbolista necesita minutos, continuidad, sentir que su carrera avanza. Y clubes como el Deportivo o el Oviedo pueden ofrecérselos… desde realidades muy distintas.

El Oviedo y el peso de la Primera

El gran obstáculo para el Dépor tiene nombre y categoría. El Real Oviedo juega en Primera División y eso, en el fútbol actual, pesa como una losa. Tras la lesión de Nacho Vidal, el conjunto asturiano busca soluciones inmediatas en el lateral derecho, y Altimira aparece en la lista como una opción sólida y realista.

Para el jugador, la posibilidad de competir en la máxima categoría, aunque sea con un rol más contenido, es un argumento difícil de rebatir. Para el Deportivo, supone luchar contra una fuerza que no siempre se puede contrarrestar con proyecto o historia.

¿Proyecto o escaparate?

Aquí nace el dilema. El Dépor puede ofrecer algo que Oviedo quizá no: continuidad, protagonismo, confianza. Ser importante en Riazor no es una promesa vacía; es una oportunidad real de crecimiento, de maduración, de convertirse en una pieza clave de un equipo con ambición.

Pero el fútbol no siempre premia el camino largo. A veces, el escaparate de Primera División resulta irresistible, incluso aunque los minutos no estén garantizados.

Un fichaje que define ambiciones

El interés por Adrià Altimira no es solo una operación de mercado. Es una declaración de intenciones. El Deportivo demuestra que quiere reforzarse con futbolistas preparados para competir ya, mientras el Oviedo actúa como equipo de Primera que necesita respuestas inmediatas.

El desenlace aún está abierto. Pero lo que está claro es que Altimira simboliza ese tipo de fichajes que no solo refuerzan una posición, sino que reflejan el lugar al que cada club quiere llegar. Y en ese cruce de caminos, el lateral decide algo más que su próximo destino: decide el ritmo de su propia carrera.

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