Corren buenos tiempos por Málaga. El Málaga CF ganó de nuevo y se coloca en 10ª posición en la tabla. Un solitario gol de Nelson Monte bastó para doblegar al colista, el Efesé. Sin embargo, no todo son buenas noticias en la capital de la Costa del Sol. Algún asunto está trayendo dolores de cabeza a los dirigentes y, quizá también, al técnico Pellicer. E más evidente, el de un Antonio Cordero, ‘Antoñito’, que puede pasar de héroe a villano en pocos meses.
Antoñito, héroe del reciente ascenso del Málaga
Habrá quien aún no lo sepa. Antoñito Cordero viene de convertirse en héroe en el Málaga CF. Y es que el joven extremo fue el autor del gol, en el último suspiro de la prórroga ante el Nàstic, que terminó dando el ascenso a su equipo a Segunda. Sin demasiada participación en 1RFEF, había comenzado la temporada como un tiro. Con la confianza de su entrenador nuevamente y jugando muchos minutos en el regreso al fútbol profesional.
Sin embargo, entre llamada y llamada de las categorías inferiores de la selección, parece haber perdido la titularidad que parecía poseer. Acumula varios partidos sin ser de la partida en el once. Saliendo desde el banquillo para tratar de aportar al equipo. Su papel hasta hace bien poco, en definitiva. Sólo que extraña ver cómo, sin aparente motivo de peso, pierde Pellicer esa confianza que había depositado en él.
Una renovación enquistada
La noticia está, sin embargo, en los pitos que recibió el jugador de parte de su afición al ingresar al terreno de juego en el minuto 79. Fue ante el Cartagena y sustituyendo a Kevin Medina. Un sector amplio de público comenzó a silbar al jugador. Otro trató de disipar ese descontento con aplausos. El joven futbolista apenas si reaccionó ni se vio afectado. Volvió a mostrar su descaro sobre el verde, encarando siempre y siendo valiente con su fútbol. Es el máximo goleador y el máximo asistente del equipo en esta temporada, poca broma.
Según informa Juanje Fernández para Marca, el motivo de los pitos estaría en la negativa del jugador a renovar su contrato, que expira a final de temporada. Al parecer, desde el propio club se ha podido filtrar que sus agentes no tienen intención de sentarse a negociar la renovación. Se avecina, por tanto, un proceso para el intento del Málaga por retener a su jugador que puede ser tedioso. Y, por el camino, nos podemos perder unos meses valiosísimos de fútbol de quilates de un Antoñito Cordero desatado. Porque su descaro no parece tener límites… sobre el verde.