El tiempo corre y en Almería comienzan a encenderse las alarmas. Uno de los pilares defensivos del equipo, el gallego Chumi, podría estar más cerca de salir que de renovar. A cinco días de que expire su contrato, la esperada ampliación aún no se ha hecho oficial. Y, según Diario de Almería, un nuevo actor entra en juego. El Santos Laguna de México, que dirige Francisco, estaría sondeando su fichaje.
Lo que parecía una renovación prácticamente cerrada se ha transformado en incertidumbre. El propio CEO del Almería aseguró hace unos días que el acuerdo estaba muy avanzado. Sin embargo, el paso del tiempo y el silencio del club han sembrado dudas. Y ahora, con el mercado internacional al acecho, el futuro de Chumi ya no está tan claro.
El Santos Laguna, posible destino sorpresa
Desde México, la figura de Francisco —viejo conocido del almeriensismo— podría jugar un papel clave. El técnico del Santos Laguna estaría muy atento a la situación contractual del central. Y vería con buenos ojos su incorporación. Con la carta de libertad a punto de quedar en sus manos, el fichaje resultaría además económico para el club azteca.
Para Chumi, formado en la cantera del FC Barcelona y consolidado en el Almería, se abre un abanico de posibilidades. A sus 26 años, el central gallego ha sido pieza fija en diferentes etapas. Y ha demostrado capacidad para competir tanto en Primera como en Segunda. Un perfil difícil de reemplazar.
Almería, entre el deseo y la urgencia
En el club andaluz aún confían en reconducir la situación. Pero el reloj aprieta. Y cada hora que pasa sin acuerdo alimenta la sensación de que la operación se ha complicado. La dirección deportiva sabe que, de no renovar, perdería gratis a uno de sus futbolistas más estables en las últimas campañas.
Además, la salida de Chumi obligaría al Almería a moverse con rapidez en el mercado. No solo para encontrar un sustituto de garantías. También para evitar que la planificación veraniega arranque con un contratiempo inesperado. La posición de central no es sencilla de cubrir… Y menos aún con urgencias. Acuérdense, si no, de César Montes.
