El Albacete Balompié se asoma a un verano agitado. Tras una temporada que dejó más dudas que certezas, en los despachos del Carlos Belmonte ya se preparan para una reconstrucción profunda. El club ha confirmado nada menos que 10 bajas y, aunque han regresado de cesión Escriche y Bolívar, todo apunta a que tampoco formarán parte del nuevo proyecto.
Así, la dirección deportiva afronta un mercado exigente, con múltiples posiciones por reforzar y poco margen para el error. Si no se producen más salidas, el equipo necesita al menos 10 incorporaciones para completar una plantilla competitiva. Un reto tan complejo como ilusionante para una afición que espera un cambio de rumbo.
Un equipo por construir desde la base
La hoja de necesidades del Albacete es clara y extensa. En la portería, al menos un refuerzo es imprescindible. En defensa, la situación es aún más delicada: se requieren un central, dos laterales izquierdos y uno derecho. La línea de atrás ha quedado descompensada y es una prioridad absoluta para el cuerpo técnico.
Pero no es la única zona afectada. En el frente ofensivo también hay mucho por hacer. Se buscan dos extremos derechos que aporten desborde y velocidad, y tres atacantes con perfiles variados que puedan ofrecer soluciones en diferentes contextos de partido. El gol, esa eterna necesidad, será otro de los focos clave del verano.
Albacete, ante un mercado que marcará el futuro
La magnitud del trabajo por delante obliga a moverse con agilidad y precisión. No se trata solo de fichar por fichar, sino de construir un equipo con sentido, equilibrio y carácter competitivo. El Albacete quiere volver a ser protagonista, pero sabe que para ello necesita acertar desde el primer movimiento.
El club confía en cerrar operaciones en las próximas semanas para que buena parte de los nuevos fichajes estén listos en el arranque de la pretemporada. La afición, exigente pero fiel, espera respuestas. Y sobre todo, señales claras de que el proyecto deportivo va a dar un paso adelante. El tiempo corre, y el Albacete no puede permitirse más tropiezos.
