La mirada del Mirandés se posa sobre un diamante por pulir: Fer Medrano. Este joven lateral zurdo del Tenerife despierta el interés del club jabato, según el periodista Ángel García. No es un fichaje cualquiera. Detrás está Alfredo Merino, director deportivo rojillo, que ya coincidió con Medrano en el pasado. La pista conduce al Celta, donde Merino estuvo antes de su llegada al Mirandés y Medrano formaba parte de la plantilla filial.
El jugador, con pasado también en el Atlético de Madrid, llegó a debutar en el primer equipo vigués en un partido ante el Real Madrid en Primera. Después, se consolidó en Tenerife desde que firmó en 2023 por tres temporadas. Su juventud y proyección, unidas a una zurda elegante y capacidad ofensiva, lo hacen un perfil atractivo para el Mirandés. Además, el Asteras chipriota también ha puesto sus ojos en él, según el citado periodista. Se avecina una pugna por un lateral emergente.
Tándem con historia que podría unirse en el Mirandés
La conexión entre Medrano y Merino viene de lejos. Esa etapa marcó el carácter de ambos. Merino, conocedor del talento del lateral, ahora podría darle una segunda oportunidad bajo su mando en Anduva. Esa afinidad añade carga emocional al posible fichaje.

En el Mirandés buscan talento, juventud y conocimiento del modelo. Y Medrano encaja. Ha superado dos lesiones en 2024, incluida una luxación de hombro que le tuvo dos meses fuera. Su regreso refuerza la idea de un zurdo resistente y comprometido. Además, su experiencia en Segunda y Segunda B añaden bagaje para afrontar el reto rojillo.
Visión rojilla y proyecto
El Mirandés, tras una temporada histórica que le llevó al playoff por primera vez, busca dar continuidad a su modelo. Medrano no solo aporta calidad técnica. También encarna esa filosofía de cantera y juventud. Su físico, velocidad y recorrido por banda aportan audacia al equipo que entrenará Justo, dirigido desde lo deportivo por Merino.
En Tenerife jugó pocos partidos en 2024‑25 como titular. Pero dejó destellos de solidez ofensiva. Con alrededor de 100 partidos en Segunda B y formación en los filiales del Atlético y Celta, suma experiencia y potencial. Si se une al Mirandés, tendría espacio para crecer en una división profesional.