El de Iván Martín se trata sin lugar a dudas de uno de los ascensos más meteóricos de la última década de fútbol español individualmente hablando. Un futbolista con mucho talento, pero que además ha sabido estar siempre en el sitio y lugar adecuados para ir quemando etapas a una velocidad de vértigo hasta el punto de debutar en la Champions y en un escenario de altura como el Parque de los Príncipes. Y como no podía ser de otra manera, todo empezó en el mejor escenario posible si lo que buscaba en aquel momento era dar un impulso a su carrera: Anduva.
Llegó a Miranda como uno más… o no
Por lo menos en cuánto a experiencia en la Segunda División, aunque a aquel mediapunta ya se le empezaron a ver factores diferenciales desde el momento en que se puso por primera vez la camiseta rojilla. Con la pandemia aún muy presente en el panorama futbolístico, aquel Mirandés volvió a armar un equipo prácticamente desde cero, y entre los muchos recién llegados estaba Iván Martín, cedido por la cantera del Villarreal.
A pesar de su buen inicio de curso a las órdenes de José Alberto López, no fue la campaña soñada para el futbolista vasco, que fue de más a menos hasta acabar la temporada lesionado, aunque esto no evitó que el rendimiento global del equipo fuera más que notable y salvara la categoría con holgura.
De Mendizorroza a Montilivi
Pese a no poder ofrecer todo su nivel, el escaparate de Anduva le valió a Iván Martín para darse a conocer en la élite del fútbol nacional. De esa manera, el Alavés le ofreció el debut en Primera División, aunque la aventura duró apenas medio curso. Y fue finalmente durante ese mercado de invierno cuando aparecería el actor clave en esta historia, el Girona.
Una segunda parte de la temporada en Montilivi para empezar a encontrar su mejor hábitat de la mano de Michel y que además acabó en fiesta grande en forma de regreso a Primera. Empezando como una buena baza desde el banquillo, el jugador aún propiedad del Villarreal fue ganando peso en el equipo cuando se llegó al tramo más decisivo de la competición. Con ese nivel demostrado, el Girona no tuvo dudas y activó su cláusula de compra para mantener a una de sus piezas importantes en Primera División.
El resto ya es historia del Girona
Esta será la cuarta temporada en el equipo catalán y si una cosa no ha cambiado es la constante trayectoria ascendente, tanto del equipo como de Iván Martín. A día de hoy sigue sin ser el jugador más diferencial de la plantilla, ni el que vende más camisetas, ni tampoco el que aparece en más repeticiones de las mejores jugadas, pero la realidad es que Iván Martín ya es uno de los pesos pesados del vestuario de Montilivi.
Un primer año completo en Primera División donde el Girona se quedó a las puertas de Europa, y un segundo en el que se rompieron todos los pronósticos terminando en la tercera posición pero poniendo en duda durante muchas jornadas el binomio intocable Real Madrid-Barcelona. El debut en Champions fue agridulce frente al PSG, pero fue solo el inicio de una nueva dimensión ya descubierta en la trayectoria de Iván Martín.
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