La UD Almería presentaba a su entrenador, Rubi, en su segunda etapa al mando de las operaciones. Comienza el proyecto Rubi 2.0
Tras una temporada prácticamente de récord negativo para los almerienses, el club decide entregar el proyecto nuevamente al último técnico de éxito: Rubi. El técnico reconocía en su presentación que su primer objetivo era el de entrenar en Primera. Sin embargo, y al no cristalizar sus opciones para hacerlo, decidió atender el cortejo recibido por parte de su anterior club. Su rueda de prensa, nos dejaba algunos titulares interesantes.
Rubi, agradecimiento a Almería
Lo primero que quiso hacer el técnico fue agradecer por el cariño recibido en su regreso. Directivos, empleados, afición… «Hemos tenido un recibimiento que muchos días me ha puesto hasta la piel de gallina. Sabíamos que teníamos un cariño, pero me ha rebasado. Lo que me ha generado… Ya veníamos con una ilusión máxima, pero el sentimiento de responsabilidad ha aumentado con el recibimiento que nos habéis dado».
Respecto a la decisión de volver y las gestiones realizadas por el club, respondía Rubi que «más que perdonar una infidelidad, en la otra etapa había un desgaste que era muy normal y en el que las dos partes estábamos más o menos de acuerdo. No queríamos hacer esperar al Almería más tiempo, porque se había merecido con su forma de actuar que pudiéramos volver. El trabajo que han hecho haciéndome ver que vamos a ser más fuertes y estoy convencido de que hemos vuelto a acertar. No deja de ser un proyecto un poco nuestro. Tenemos ilusión por dar continuidad a lo que ya empezamos en su día«.
Plantilla larga y expectativas
«Tenemos muy buenos futbolistas, de eso no tengo ninguna duda. En algunas posiciones tenemos bastante overbooking. Hay que liberar masa salarial, ingresar dinero para cubrir los números… Lo más importante es que la gente que se va a quedar son gente de nivel y que nos tiene que ayudar a devolver al equipo a Primera. En Segunda, el grupo tiene que ser incluso más reducido. No te puedes pasar de competencia, de lo contrario dificultará que haya buen grupo». Son las primeras reflexiones sobre la plantilla del técnico catalán, Rubi. Además, terminaría reconociendo que «son 2-3 ventas lo que se tienen que hacer, dentro de un abanico de 8-9 jugadores».
Respecto a sus competencias en esta nueva etapa y bajas que tiene que haber, comentaba que «somos como profesionales más fuertes de lo que éramos antes, porque todas las personas que están en el club saben cómo trabaja este cuerpo técnico y les gusta y también al contrario, buscando lo mejor siempre para la entidad. Alguna vez tendrá que ceder el entrenador, alguna vez el club… En esto tendremos una mejora muy buena. En cuanto a los fichajes, de momento tenemos un gran fichaje que es Nico Melamed. Tendríamos que tener paciencia, el mercado nos va a ir diciendo qué soluciones debemos de buscar. Intentaría que nos ilusionáramos con una plantilla que ya es buena, pero que lo tiene que demostrar porque el año pasado no lo demostró«.
La importancia de la cantera y los matices
«Lo que podamos coger de abajo. Están haciendo méritos para aparecer en el primer equipo y que gente de Almería pueda asentarse en este club«, era lo que comenzaba diciendo Rubi sobre los canteranos del club. Más tarde, aseguraba que «Marcos Peña ya venía convocado en partidos de Primera, estaba en dinámica. La intención es tener una plantilla importante, tirando a corta, para que la gente de abajo se la pueda utilizar y tenga la oportunidad de jugar en el equipo de su ciudad. El seguimiento va a ser total. Durante la temporada vais a ver medidas que he pensado para que la ciudad disfrute más del equipo«.
Y, a continuación, lo que ha cambiado para él desde la primera a la segunda etapa. «Me hubiera gustado volver pero no en Segunda División. El mercado al final me ha dicho que no tenía la situación clara de entrenar en Primera y no quería esperar más. Prefería creer en este proyecto al máximo y dar ese impulsito que necesitamos para volver a Primera, asentarlo y con el tiempo ayudar a contribuir a que se hagan realidad los sueños que tienen ellos».
«Siempre intento llegar a los sitios motivado al 100%, pero esta vez es mayor incluso que la anterior. Cuando vine mi idea era cumplir los objetivos, pero mi sueño era desde aquí poder ir a un equipo asentado a la parte de arriba de la Liga española. Cuando veo que esto no sucede, mi idea es hacerlo con el Almería«. Ambición máxima en el retorno para el técnico.
El peso del técnico en las decisiones de mercado
Como cualquier pretemporada, el mercado de fichajes ocupó un buen espacio. «El Almería es un club que apuesta por jugadores jóvenes y a veces tienes un exceso porque necesitas colocarlos para que se vayan formando. No me supone apuro trabajar con el número de jugadores que tenemos ahora, intentaremos ir ajustando. Siempre se me ha escuchado. Nunca he tenido la sensación de que no se me escuche. Ahora, el departamento de scouting es mucho más importante que la anterior etapa. Vamos a trabajar de la mano».
«He firmado donde me querían. Si hay una oportunidad para establecerse en un lugar para tiempo, este es el lugar adecuado». Esa era la reflexión de Rubi ante la pregunta de si había firmado el contrato de su vida.
La Segunda División de mayor nivel en años y el objetivo
«El objetivo tiene que ser recuperar la categoría ya el primer año. Hay dos caminos, pero con este cuerpo técnico y la ambición del proyecto tenemos que intentar luchar por las dos primeras plazas. Este año es el que hay más equipos que han estado en Primera. Igualmente nos van a tratar de favorito. Estoy convencidísimo de que lo vamos a conseguir«. Y es que hasta 18 equipos de los 22 saben lo que es competir en la máxima categoría.
Respecto a nombres propios, «estos señores sólo piensan en ganar. Van a hacer la mejor plantilla posible para ganar. Pero no podemos garantizar nombres que van a estar o no. Nos tenemos que intentar ilusionar con ver la mejor versión de esos futbolistas que pueden hacer disfrutar a la afición aparte de conseguir el objetivo. El día a día del mercado irá diciendo quién se queda. Si hay que sustituir a alguno se hará. No se van a ir 8-9 de esos futbolistas. Es importante volver a hacer grupo. Vamos a tener que picar mucha piedra».
La resaca de una temporada para olvidar
Y aquí, también entra recuperar al grupo anímicamente tras una campaña de sufrimiento emocional. «Te vas erosionando. Se generan situaciones. Les he llamado a todos personalmente y ayer hicimos la primera charla. Cerramos el pasado, la puerta de lo del año pasado. Lo afrontamos con una lectura de que la realidad es que el equipo no lo hizo bien. No hablemos más del año pasado. No es jugar bien hacer 21 puntos. Vamos a intentar jugar bien, pero no lo hemos hecho el año pasado. Nos vamos a intentar sacar la espina. Que puedan volver a asentar al equipo en Primera. No quiero volver a hablar del pasado, espero que haya habido un aprendizaje».
Algunos cambios en el cuerpo técnico, al que llega el hijo del entrenador. «A mi hijo le falta para que llegue a ser el hijo de Ancelotti. Somos un cuerpo técnico que trabajamos mucho vídeo y análisis. Él se ha sacado el UEFA C y ha ejercido de entrenador. Creo que nos puede ayudar y en campo nos ayuda a todo el mundo. Para mí no vuelve a ser mi hijo, si no lo hace bien le va a caer ‘garrotazo’. Respecto a Carrillo, nos puede aportar que es entrenador y que es una persona que vive el fútbol con una pasión increíble. Se va a encargar de la mejora individual de cada futbolista».