El Córdoba CF regresa a la categoría de plata del fútbol español y pronto ha dado un golpe de efecto. Se hace con los servicios en propiedad de Theo Zidane, promesa de la cantera blanca y tercer hijo del mítico Zinedine
El conjunto califal ya acumula hasta cinco movimientos en el mercado. El último, sin duda, el más mediático. Y es que el apellido Zidane aterriza en el Nuevo Arcángel. Theo Zidane, a sus 22 años, llega para reforzar aún más si cabe la medular y, de paso, aporta glamour a la plantilla cordobesista. El mediocentro ha finalizado contrato el 30 de junio con el Real Madrid Castilla. No se esperaba y ha pillado por sorpresa a todos, pero el Córdoba CF ha sido el destino elegido para continuar creciendo.
Theo Zidane, quizá el mayor talento de la descendencia Zidane
El centrocampista de ascendencia francesa firma por dos temporadas. Su llegada refuerza el centro del campo, necesidad aún mayor tras la marcha de Yussi Diarra al CD Tenerife. El mediocentro cuenta con un físico imponente, con sus 1,96 cm de altura. Ello le permite responder a la evidencia de contar con un gran juego aéreo aunque además nos encontramos ante un jugador realmente vertical, capaz de abarcar mucho campo.
En tal sentido, una de las virtudes con las que cuenta en su juego es la llegada a zona ofensiva. Ello le otorga pegada y claridad para ver puerta, añadiendo gol a sus cualidades como centrocampista.
Iván Ania, repertorio para dominar la medular
Así, y pese a la salida del medio malí hacia tierras canarias, el técnico Iván Ania cuenta con un amplio repertorio para confeccionar su centro del campo. Bendito quebradero de cabeza, al contar con futbolistas de la talla de Álex Sala, Isma Ruiz o el recién llegado Xavi Cintés, del filial del Sevilla, como alternativas junto a Theo para formar en la zona de contención.
El movimiento parece estratégico por su impacto mediático, pero va mucho más allá en cuanto a lo estrictamente futbolístico. Tras cinco años de ausencia, el Córdoba quiere volver por la puerta grande para cumplir el objetivo de la permanencia y, por qué no, soñar con algo más.