La noticia que llega desde Sarajevo sacude el día a día del Real Zaragoza. Samed Bazdar ha sido convocado por la selección de Bosnia y Herzegovina para disputar un encuentro de clasificación al Mundial frente a Chipre el próximo 9 de octubre y un amistoso ante Malta el 12.
Un motivo de orgullo para el joven atacante. Pero también un contratiempo importante para Gabi Fernández -o el técnico que ocupe el banquillo-. No podrá contar con él en el trascendental choque frente a la UD Almería del sábado 11 de octubre en tierras andaluzas.
Un futbolista en plena ebullición
Bazdar, de solo 21 años, ha irrumpido con la fuerza de quien no se achica ante los grandes escenarios. Su capacidad para fijar defensas, atacar espacios y generar peligro en el área le han convertido en una de las piezas más ilusionantes del proyecto zaragocista.
En este inicio de curso, ha participado en la mayoría de encuentros, aunque con escasos minutos. Eso sí, ha mostrado en sus contadas apariciones su excelente relación con el gol. Para un equipo que busca reencontrarse con las victorias y establecerse en la parte alta de la tabla, su ausencia obligará a repensar el plan ofensivo.
Gabi no cuenta con él, pero el Zaragoza podría prescindir de él
La baja del internacional bosnio abre interrogantes en la pizarra de Gabi Fernández. Sin Bazdar, el ataque blanquillo pierde opciones y variables. El técnico, eso sí, no le está dando toda la confianza. Dani Gómez o Kenan Kodro están contando con más oportunidades en la delantera blanquilla.
Eso sí, el técnico deberá afinar el dibujo para no perder capacidad de intimidación. En ese encuentro, tendrá frente a sí a un Almería necesitado de puntos. Y con argumentos ofensivos de sobra para complicar la tarde a los visitantes.
Orgullo y desafío para la afición
La llamada de Bosnia confirma que el Real Zaragoza vuelve a tener futbolistas de nivel internacional. Un síntoma del crecimiento del proyecto. Y de la capacidad de su secretaría técnica para detectar talento. De hecho, este verano se rechazaron ofertas potentes por él. Pero también representa un desafío para el Zaragoza. Suplir su ausencia en un partido que puede marcar el rumbo inmediato del equipo.
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El equipo tendrá que empujar más que nunca para cubrir el vacío que deja su joven ariete. Unirse y cerrar filas en una de esas citas donde el factor diferencial puede estar en el colectivo. En cualquier caso, incluso para entonces el banquillo podría haber cambiado de dueño.
