El Burgos ha decidido dar un giro importante en lo que respecta a su imagen deportiva. El club castellano dejará de vestir Adidas a partir de la próxima temporada. Todo, para firmar un acuerdo con Macron, marca con la que ya colaboró entre los años 2013 y 2015. Se trata de una decisión que marca un cambio de rumbo en la estrategia de patrocinio del club. Y que tendrá un gran impacto visual en los próximos meses.
Según ha trascendido, el contrato firmado con Macron será a largo plazo, lo que evidencia la firme apuesta del Burgos por consolidar una identidad propia en lo estético. Aunque Adidas es una de las grandes marcas del deporte mundial, desde el club se valora positivamente la posibilidad de trabajar con una firma más cercana. Y con capacidad de personalizar mejor la imagen del equipo.
Una decisión con antecedentes en Burgos y carga simbólica
El regreso de Macron no es casualidad. La firma italiana ya formó parte de una etapa reciente del Burgos. Y su vuelta se interpreta como una forma de recuperar cierta esencia perdida. El diseño de las equipaciones, su disponibilidad para la afición… Y la relación directa con la marca han sido factores clave en la elección.

Este movimiento también permite al club tener un mayor control sobre los tiempos de producción y distribución de sus productos oficiales, algo que con Adidas no siempre fue posible. Con este cambio, el Burgos busca reforzar su identidad. Y también mejorar su vínculo con los aficionados. Unos hinchas que pronto conocerán las nuevas equipaciones para la temporada 2025-26.