El Burgos CF está a punto de cerrar uno de los movimientos más llamativos de la pretemporada 2025-26. Según ha adelantado el periodista especializado Ángel García, el club burgalés está ultimando el fichaje de Víctor Mollejo. El futbolista llegaría procedente del Atlético de Madrid B firmando un contrato por tres temporadas.
El atacante zurdo, que cumplió 24 años el pasado 21 de enero, volvería así a LaLiga Hypermotion. Una categoría que conoce de sobra. Con esta incorporación, el Burgos apuesta por un futbolista con recorrido, talento por pulir y una cuenta pendiente con la regularidad.
Víctor Mollejo en Segunda: 142 partidos, 18 goles, 9 asistencias
Mollejo ha disputado hasta el momento 142 encuentros en Segunda División, repartidos entre Deportivo, Mallorca, Tenerife y Real Zaragoza. En ese periodo ha sumado 18 goles y 9 asistencias, actuando principalmente como extremo izquierdo o mediapunta. Aunque también tuvo su flirteo con el carril izquierdo desde la defensa.
Sus mejores registros llegaron en la 2019-20 con el Deportivo, donde firmó 6 goles en 36 partidos. Desde entonces, las lesiones y la falta de continuidad le han impedido consolidarse. Pero sigue siendo un perfil muy cotizado entre clubes que buscan talento ofensivo con hambre de redención.
De promesa rojiblanca a proyecto de liderazgo en El Plantío para el Burgos
Formado en la cantera del Atlético de Madrid, Víctor Mollejo fue internacional con España en categorías inferiores. Y llegó a debutar en Primera con el primer equipo colchonero. Su paso por el filial esta última temporada parecía el preludio de una salida definitiva… y Burgos será su nuevo destino.
La operación, si se concreta, representará una apuesta clara del Burgos por revitalizar a un jugador con bagaje y sólo 24 años. Que aún puede explotar si encuentra el entorno adecuado. El club castellano quiere que ese entorno sea El Plantío.
Una plantilla del Burgos que gana talento y verticalidad
En clave táctica, Mollejo ofrece desborde, intensidad y capacidad de asociación en zona ofensiva. No es un goleador puro, eso sí. Pero su movilidad entre líneas y su esfuerzo sin balón lo convierten en un comodín útil para cualquier entrenador.
Para un equipo como el Burgos, que busca dar un paso adelante tras varias temporadas de consolidación, este fichaje representa una mezcla de riesgo controlado y alto potencial. Un perfil que puede encajar con naturalidad en la Segunda actual.
