El Mirandés llega a la última jornada de LaLiga Hypermotion con la ilusión intacta. Pero con la historia claramente en su contra. Y es que ningún equipo que haya afrontado la jornada final desde la cuarta posición ha logrado ascender de forma directa. El conjunto rojillo, sin embargo, no se rinde. Y mantiene viva la esperanza de firmar una gesta sin precedentes.
Consciente de la dificultad del reto, el técnico Alessio Lisci ha querido mantener viva la llama del sueño. El entrenador italiano ha declarado que confía plenamente en el Deportivo de la Coruña y en el Cádiz. Dos equipos que podrían echarle una mano al Mirandés si logran puntuar ante Elche y Oviedo, respectivamente. Esa combinación de resultados permitiría a los de Anduva asaltar una de las dos primeras plazas.
Fe rojilla ante un reto casi imposible que el Mirandés ve posible
El Mirandés debe, por su parte, cumplir con su parte del trabajo. Ha de ganar su propio compromiso. Pero aún así, necesitará una carambola para subir de manera directa. Aunque la estadística juega en su contra, el club se aferra a la motivación, al trabajo del grupo y al desgaste emocional de los rivales directos. Ellos también llegarán con presión máxima a esta última jornada.
La afición rojilla ya ha comenzado a movilizarse y promete apoyar hasta el último segundo. Porque, aunque la historia diga lo contrario, el fútbol no entiende de imposibles. En Miranda de Ebro creen que aún hay una página por escribir. Y que esta temporada podría terminar rompiendo todos los pronósticos. El Mirandés quiere soñar… Y lo hará hasta el final.
