El Real Oviedo logró en Almería hacer valer sus momentos para acercarse a la final del playoff de ascenso. La ciudad andaluza era testigo de un primer envite de órdago, que prometía tanto como ofreció. La primera mitad fue, quizá, propiedad de Oviedo. Como mínimo, a los puntos. Los de Paunovic mostraron personalidad y desgaste para ser algo superior a su rival. El Almería quería dominar el esférico, pero la presión del rival y su telaraña en la medular ahogó un poco a los de Rubi.
En la primera clara, Haissem Hassan disparaba desde fuera del área y Fernando respondía mal al disparo. El rechace quedaba franco para Nacho Vidal, el lateral derecho. Se adelantó a Ëdgar y logró adelantar al conjunto carbayón. El Almería, eso sí, reaccionó de inmediato y bien. Presión alta, recuperación, cesión de Marezi para Arribas y el madrileño que maniobra con un reverso para batir a Escandell. Empate al cuarto de hora. Frenético inicio en el UD Almería Stadium. El encuentro no defraudaba.
Entonces, el partido se niveló. Poco a poco el Almería comenzó a sentirse mejor. Y a gozar de más llegadas. Arribas y Baptistao tuvieron dos más antes del descanso. Uno se fue por centímetros y otro lo desbarató Escandell. Sin embargo, en el descuento la sensación fue que el Oviedo volvía a generar peligro en campo contrario. Al descanso, empate y las espadas en alto.
El Almería lo domina por completo, el Oviedo se lo lleva en el descuento
La segunda mitad, sin embargo, los locales fueron capaces de dominar por completo. Tanto, que tuvo ocasiones clarísimas para vencer. Y que terminó provocando que el Real Oviedo terminase con tres centrales, cuatro laterales y tres mediocentros. Realmente, logró el Almería volcar el partido hacia el área rival. Melero en un córner remataba sólo y la sacaba Nacho Vidal en la línea. Lázaro remataba un centro lateral al palo. Y el propio Lázaro remataba un buen centro de Arnau Puigmal en buena posición, rechazado por un defensa a córner.

El Almería lo había hecho todo para adelantarse. Y siguió dominando e intentándolo hasta el final. Tenía el balón, llegaba a las inmediaciones del área y su rival se agazapaba para defender el empate. No sólo lo logró, sino que encontró un premio que apenas si buscó en toda la segunda mitad. En la única jugada de ataque que hizo en los segundos 45 minutos, llegó el gol. Centro de Pomares con la zurda y Nacho Vidal remataba sólo de cabeza en el segundo palo. Doblete, que si se cuenta el gol salvado, hace valor hat trick para el lateral derecho del Real Oviedo.
Demasiado castigo para el Almería, demasiado premio para los visitantes. El miércoles, en la vuelta, los rojiblancos necesitan ganar por dos goles. No es imposible, pero sí muy difícil. El Oviedo sabe que está cerca, pero que aún tiene que trabajarlo. El Almería sabe que está lejos, pero que si lo trabaja podría lograrlo. Espadas en todo lo alto.