El futbol está cambiando a marchas forzadas. Subidas de abonos casi inasumibles, video arbitrajes, limites salariales y un hermetismo que aleja al aficionado… Algo a lo que el Real Sporting ha dicho basta.
Mucha ilusión en forma de camisetas rojiblancas
En las últimas horas se ha conocido el gran detalle que seguro ha conseguido dibujar sonrisas en más de una cara. El conjunto asturiano, el Sporting, ha enviado elásticas rojiblancas a todos los niños que se encontraban internos en la planta pediátrica del Hospital de Cabueñes (Gijón). Para, de este modo, hacer la estancia en pleno verano de los más pequeños algo más llevadera.
Esta iniciativa demuestra por qué el fútbol es la cosa más importante de las cosas menos importantes. La acogida ha sido cuanto menos positiva. Los usuarios de la plataforma X (antes conocida como Twitter) se han volcado en favor de este tipo de acciones. Dejando claro que los títulos no son más que un número pero que este tipo de cosas, prosperan en el recuerdo.
De lo social a lo deportivo en el Sporting
El conjunto rojiblanco cuenta a pocos días del final del mercado con un total de veintidós futbolistas con ficha federativa del primer equipo. A las que habría que sumar las tres del filial. Son las de Mbemba, Enol Prendes y Álex Oyón (este último en rampa de salida hacia un Primera RFEF, presumiblemente el Real Avilés). Por ello, la Dirección Deportiva, con Villaseñor a la cabeza, tiene aún trabajo por delante. Tanto es así que los asturianos están metidos en el mercado en busca de un cuarto central. Ese que permita salir a Yann Kembo en forma de cesión. Y, especialmente, la incorporación de un extremo con cierta polivalencia.
Ahí es donde entra en escena Daniel Luna. Un jugador capaz de rendir en cualquiera de las demarcaciones de ataque. Y que el año pasado disputó minutos en las filas del Cartagena, siendo de lo poco rescatable del Efesé. Sin embargo, Jagoba Arrasate considera al colombiano un jugador clave para el futuro de su equipo. Mientras que los insulares por su parte, buscan recuperar la inversión realizada por el atacante con una opción de compra futura de un millón de euros. Pretensiones que alejan a de su deseo de jugar en El Molinón.
