En un verano marcado por la reconstrucción, el Almería podría sufrir una pérdida tan inesperada como dolorosa. Según informa el periodista Sacha Tavolieri, el OGC Niza ha entrado con fuerza en la puja por Dion Lopy. El mediocentro senegalés fue titular indiscutible la pasada temporada. Y apunta a lo mismo en la presente. El interés del Betis fue real hace semanas. Y aún podría quedar un poso. Pero es el club francés quien ahora parece decidido a cerrar su fichaje.
El golpe sería doble. No solo perdería el Almería a un jugador capital para competir en LaLiga Hypermotion, sino que lo haría en una fase avanzada del mercado y sin haberlo considerado «transferible». Porque Lopy no estaba descartado del proyecto. Era, de hecho, uno de los jugadores con más galones para liderar desde la medular el camino hacia el regreso a Primera División.
Un mediocentro con jerarquía y mercado
Lopy, de 23 años, llegó procedente del Reims en 2022. Y se consolidó rápidamente en el centro del campo rojiblanco. En la temporada 2023-24 disputó 35 partidos en LaLiga EA Sports, siendo uno de los pocos futbolistas regulares en un equipo que acabó descendiendo. Su despliegue físico, calidad técnica y capacidad para abarcar metros lo convirtieron en intocable para casi todos los entrenadores que pasaron por el banquillo almeriense.

Sus cualidades encajan como anillo al dedo en el perfil que busca el Niza, equipo habituado a competir en la zona alta de la Ligue 1. Y que ha perdido a varios efectivos clave en la sala de máquinas. Además, su edad y margen de crecimiento hacen de él una pieza muy codiciada en el mercado internacional.
Un movimiento que dejaría huella en el Almería
La posible salida de Lopy dejaría al Almería sin su ancla, su eje. Un futbolista capaz de sostener al equipo sin balón, de equilibrar los sistemas y de imprimir carácter competitivo. Más aún, con una Segunda División tan física, su ausencia obligaría al club a buscar una alternativa de nivel de manera inmediata.
El ascenso exige constancia y personalidad. Y Lopy era parte esencial de esa identidad que pretendía forjar Rubi en esta nueva temporada. Si se marcha, no solo se pierde un titular: se pierde una estructura. Un jugador que, sin hacer ruido, le daba alma al centro del campo.
El fútbol no espera. Y el mercado menos. El Niza aprieta. El Almería duda. Y Lopy, mientras tanto, escucha. Porque cuando Europa llama, todo puede cambiar en cuestión de horas.